Para saber más sobre nutrición infantil
Desde que entramos en esta etapa de nueva normalidad han cambiado muchísimas cosas. Ya no podemos dar esos largos abrazos que tanto nos gustaban a nuestra abuela, o pasarnos horas jugando con nuestros amigos en el parque.
Y por qué no decirlo…, quizá ahora pasamos unas horas de más delante del ordenador, nos movemos un poquito menos, y hemos ganado algún que otro quilo. «El cambio en las rutinas ha afectado mucho nuestra condición física, en especial la de muchos niños y niñas», nos dice la endocrinóloga pediatra Mònica Peitx. Por eso, ahora más que nunca es importante tener a nuestro alcance la información para una vida y dieta saludables.
En el libro Mía y Bruno crecen sanos, nos rencontramos con los hermanos Mía y Bruno de los libros Mía se hace mayor y Bruno se hace mayor. Aunque esta vez la autora nos explica cómo funciona el metabolismo y el sobrepeso, sin culpabilizar y de una manera de lo más didáctica y comprensible para los jóvenes lectores.
Para poner un poco de luz en este tema que puede llevar de cabeza a muchos padres y madres, hemos pedido a la doctora que nos responda a estas tres preguntas que muchos nos hemos hecho:
1. ¿Cómo podemos seguir manteniéndonos activos si pasamos más horas en casa?
Es necesario levantarse de la silla cada hora y hacer 5 minutos de descanso. Podemos hacer estiramientos, alguna plancha… Podemos ir al lavabo y beber agua o infusiones. O podemos comer una fruta o verduras encurtidas o naturales, del estilo tomate cherry o zanahorias. Si no hacemos extraescolares, tenemos que llevar una vida más activa: subir las escaleras a pie, ir caminando a los sitios, buscar una actividad de movimiento el fin de semana…
2. ¿Es necesario hacer algún cambio en
nuestra alimentación cuando hay menos actividad física?
Se debe bajar el contenido calórico total, si no, acumularemos energía en forma
de grasa. Los alimentos no saludables, que nunca deberíamos comer en casa, son
los más peligrosos, porque están hechos para tentarnos y para que no podamos comerlos
despacio ni en poca cantidad. Por lo tanto, es necesario que no compremos estos
alimentos, que no entren en casa. Estamos hablando de los que se sitúan en la
parte de arriba de la pirámide de alimentación: galletas, helados, refrescos,
patatas fritas y otros aperitivos de bolsa, bollería, embutidos…
3. ¿Qué malos hábitos en casa pueden
afectar nuestra salud y alimentación?
Es importante que cuando comamos no estemos pendientes de pantallas, ya sean
pequeñas como un móvil o grandes. Y que comamos en un sitio distinto de nuestro
lugar de trabajo. También es muy recomendable que comamos siempre juntos en la
medida de lo posible, sentados en la mesa y con la mesa puesta. Igualmente, es
conveniente que tengamos los menús más o menos previstos para poder comprar lo
que necesitamos y no tengamos que improvisar.
Otros consejos extra que la pediatra nos da en el libro:
Si los seguís, ¡seguro que poco a poco comenzaréis a ver los resultados! ¡Palabra de endocrinóloga pediatra!
