Un deseo
Un verano, hace mucho tiempo, una niña pidió un deseo a la estrella más brillante del cielo; quería una casa a la orilla del mar: Una casa amarilla con un porche soleado. En las mañanas luminosas desayunaría con un invitado especial. Llevaría un pequeño barco para hacerlo navegar por encima de las transparentes aguas. Pasearía por la playa, daría de comer a las gaviotas y haría castillos en la arena. En los días fríos y nublados vería sentada las olas romper en la playa, y al terminar el día vería levantarse la luna hasta reunirse con la estrella más brillante del cielo. La misma estrella a la que hace muchos años pidió un deseo. Los deseos pueden hacerse realidad.